sábado, 22 de octubre de 2016

Consuelo.





El viento del otoño se lleva todas mis tristezas.


Supe que las lleva a los abismos oscuros
Donde pertenecen.


En el otoño el fresco de la noche
Ilumina recuerdos escondidos.


Son atisbos de una conciencia dormida
Que tímida despierta.


Entre sueños abre los ojos el corazón.


Con el otoño llega ya el aire ligero
Ama recorrer cada palmo del cuerpo
Limpiando quedito todo aquello
Que estorba la felicidad.


Es la estación juiciosa maestra de lo bello.


Inicio del afelio que el mundo recorre
Con aparente parsimonia.


Otoño mío
Otoño de mi alma
Padre otoño 
Señor de la esperanza


Consejero compasivo



Genio consolador.



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