lunes, 31 de octubre de 2016
La casa de los fantasmas.
1
En
Coatepec, Veracruz, hay una casa abandonada, es un altillo que algún día, por
allá en los años de 1970, era una especie de centro nocturno. Un día de tantos,
borrachos y jaraneros se confundían en el mitote, cuando, un olor a gas se
mezcló con los sudores y las emanaciones etílicas, alguien quizá lo notó, pero
su estado mental no le permitió identificar claramente que estaba a punto de
suceder una desgracia, por lo que su mano continuó su movimiento extrayendo un
cerillo de la caja de cartón y rapándolo en la tira áspera. Encenderse el
cerillo y explotar el lugar fue instantáneo.
Hay
gente que asegura que en los ventanales humeantes se veían personas envueltas
en llamas, cruzando con pasos dudosos la estancia.
Murieron
cuarenta personas quemadas.
Un
sobreviviente convertido en un horrible monstruo reconstruido con injertos,
murió de una sobredosis de morfina, dos meses después.
El
dueño del edificio tardó tres años en reconstruir el sitio, con la idea de
rentarlo para una cantina, un restaurante, unas oficinas, o algo, no podía
quedar esa ruina estropeada, testigo de la tragedia más grande acaecida en la
pequeña ciudad situada al sur de Jalapa.
Pero
pasaron muchos años sin poder alquilar el piso.
Se
creó la leyenda de que las almas de los deleitantes no habían podido abandonar
el lugar de la desgracia, ahora, decía la gente, se paseaban por las noches, se
escuchaban gemidos, se veían sombras, tras los ventanales opacos, los vecinos
adivinaban espectros, lamentándose siempre de la tragedia, las beatas se
santiguaban al pasar, pero no sabían cómo pedir a la virgen por esas almas
presas, pues ignoraban en qué condiciones de ultratumba se encontraban.
2
El
espantoso incidente se fue deslavando en la memoria colectiva, los más jóvenes
ignoraban todo lo referente a la casa de los fantasmas, así se le llamaba desde
la horrible mortandad.
Un
empresario de la ciudad de México, rentó en el año 2000 el local, todo el piso
superior de la esquina de la calle 5 de mayo esquina Campillo, sobre la
papelería del Centro y la tienda de jugos, por la 5 de mayo, y la óptica
Barcelona, por la Campillo.
Armó
una cervecería como las que están de moda en la CDMX, orientada a jóvenes que
pueden beber cerveza por litros. Mobiliario rústico, una barra corriente, caja
y cajas de cerveza Sol y unos envases de vidrio con capacidad para un litro de
cerveza.
Tres
años estuvo enviciando a los jóvenes coatepecanos hasta que sucedió otro
incidente.
3
Un
joven moreno, robusto y harto ofuscado por tres litros de cerveza, quiso
llevarse a la fuerza a una muchacha. Ella departía con sus amigas en una mesa,
platicaba de lo que mujeres jóvenes debaten, hablando todas al mismo tiempo.
Llega el tipo simiesco y la coge por la espalda sujetándole en el abrazo sus
brazos, la levanta en vilo y se la lleva, las amigas tras un par de segundos de
azoro, comienzan a gritar, el patán con su preciosa carga se dirige a las
escaleras de salida, las cuales bajan una pendiente pronunciada. La dama grita
y patalea intentando zafarse. El gañán la tiene bien sujeta, baja con cuidado
cada escalón cuando, aseguran dos testigos que han decidido seguirle, un tropel
de fantasmas enojados se interpone en el camino del abusivo.
El
gandul, estupefacto, suelta a la chica, quien ágilmente sube la escalera
regresando a la cervecería.
Paralizado
el joven ebrio se torna lívido, su potente corazón se detiene y el nuevo muerto
cae, como un costal de papas, rodando la escalera.
- ¡¿Cómo
que fantasmas?! – exclama el comandante de la policía municipal.
- ¡Sí! -
contestan los jóvenes asustados, aturdidos, incrédulos.
- No
tiene contusiones, mi comandante – dice el médico forense venido de Jalapa –
este muchacho cayó ya muerto, seguramente, le dio un ataque al miocardio,
muerte súbita, comandante.
- ¡Fue
del susto! – afirman al unísono los testigos.
4
A los
días, dado que la noticia fue dada en Coatepec y en Jalapa con el led:
“FANTASMAS EVITAN UN RAPTO”; fueron llegando investigadores de lo “paranormal”.
Primero un equipo de Jaime Maussan, con sensores, cámaras especiales y tontera
y media, al no encontrar cosa alguna informaron a su jefe del fracaso, cosa que
a Maussan no le importó, hizo un programa especial afirmando que tenía pruebas
contundentes de la presencia de fenómenos de ultratumba, inexplicables, en
Coatepec.
A los
días vino a Coatepec Carlos Trejo con un equipo más sofisticado. Él pernoctó
durante tres días en la cervecería, solo. Cuando ya casi se daba por vencido
pensando seriamente en descalificar las apariciones, se fijó en el techo de la
cervecería y vio una imagen que le sobrecogió, decenas de fantasmas nebulosos
le miraban con caras circunspectas y sin escuchar sonidos oyó que le decían:
- Vete
de aquí, Carlos Trejo, esta es una casa para fantasmas. Si quieres habitar con
nosotros debes morir y antes de seis horas venir y tocar la puerta que da a la
calle. Serás bien recibido.
5
Trejo
se asustó, pero su egolatría le salvó inmediatamente. Lo había conseguido,
cuando oía en su mente las voces fantasmales, las cámaras automáticas
disparaban sin cesar.
A
partir del reportaje de Trejo, difundido en México, EEUU y Europa, la casa de
los fantasmas de Coatepec se hizo célebre. Los dueños del inmueble, no
dispuestos a acostumbrarse a las tragedias y a los espectros, cerraron el local
y no permitieron visitas.
No volverían
a rentar el fatídico local, jamás.
6
Un
curioso impertinente, vecino de Coatepec, Veracruz. En parte impulsado por su
inveterado noctambulismo y llevado por la curiosidad más febril, cada noche iba
a sentarse en una banca del parque desde donde podía mirar la puerta de la casa
de los fantasmas, esperando ver alguna vez, cómo llegaba un muerto.
Las
noches le parecieron estériles e ideó una opción más viable.
Diariamente
consultaba los obituarios, los cuales no daban cuenta de los difuntos que
murieron en condiciones de violencia, a lo cual, el inquieto vecino, adjudicaba
la posibilidad de que algún recién muerto se incorporara a la casa de los
fantasmas; así que comenzó a visitar las funerarias y a la policía. De este
modo, velaba mirando la puerta de la casa de los fantasmas cuando tenía noticia
de una muerte violenta.
El
investigador oficioso, ignoraba que era observado por un personaje siniestro.
Un sociópata de bajo perfil, que asesinaba a una persona una vez al año.
El
asesino fue analizando la rutina del escrutador, trazó un plan asertivo y un
día viernes 13, lo puso en práctica.
Nuestro
observador se hallaba mirando absorto la puerta inamovible cuando el bolero,
cuyo oficio desempeñaba el psicópata, llegó por su espalda y clavó un pica hielos en la nuca, removiendo con el picudo instrumento el cerebelo de su víctima.
Ciego,
sordo, el buscador de fantasmas cayó de la banca como un fardo.
Luego,
como despertando de un largo sueño, se vio frente a la puerta de la casa de los
fantasmas. Llamó con golpes inaudibles. La puerta se abrió y él subió las
escaleras con lentitud.
sábado, 22 de octubre de 2016
Consuelo.
El viento del otoño se lleva
todas mis tristezas.
Supe que las lleva a los
abismos oscuros
Donde pertenecen.
En el otoño el fresco de la
noche
Ilumina recuerdos escondidos.
Son atisbos de una conciencia
dormida
Que tímida despierta.
Entre sueños abre los ojos el
corazón.
Con el otoño llega ya el aire
ligero
Ama recorrer cada palmo del
cuerpo
Limpiando quedito todo aquello
Que estorba la felicidad.
Es la estación juiciosa
maestra de lo bello.
Inicio del afelio que el mundo
recorre
Con aparente parsimonia.
Otoño mío
Otoño de mi alma
Padre otoño
Señor de la
esperanza
Consejero compasivo
Genio consolador.
miércoles, 5 de octubre de 2016
24 Aforismos.
1
Las
personas que hacen nada, nunca tienen tiempo para hacer o haber hecho algo.
(Versión
coloquial: “Las personas que no hacen nada, nunca tienen tiempo para hacer o haber
hecho algo”.)
2
La persona
que se critica a sí misma tiene la mirada muy corta.
3
Los
veracruzanos dejan pasar el agua, dejan soplar el viento, dejan que brille el
sol, dejan que las plantas proliferen a su ciego arbitrio. Detrás de este
dejamiento hay una gran irresponsabilidad.
4
Vienen
siempre las excusas tomadas de la mano de la vergüenza.
5
El
coraje para luchar nace de la voluntad de vivir.
6
Del
montón de cosas que se acumulan a mi alrededor, nada poseo.
7
Se
termina el tiempo, siempre, siempre, se termina el tiempo.
8
Todos
dicen que el final es otro principio, entonces cabe decir que todo principio es
un final que se alarga.
9
Los
pensamientos disparatados, generados en la turbulencia de una mente
enloquecida, jamás podrán ser inteligibles. Pero no hace falta.
10
La daga
que mató al César fue la misma daga que mató a los sueños del imperio.
11
La
picota sosteniendo la muerta cabeza de Miguel Hidalgo y Costilla, estuvo
ladeada todo el tiempo, nadie se extrañó que esa cabeza rodara por el suelo.
12
Los
males llegan en racimo, las bendiciones una a una.
13
Nunca
digas yo pienso cuando opinas pues no puedes opinar ni más ni menos de lo que
piensas.
14
El
diablo no viste de gala, se envuelve en un viejo jergón roto y percudido.
15
Decir,
hacer, pensar, imaginar, crear, decir, no han diferencia alguna.
16
Creyendo
desoímos a la razón, razonando simulamos que creemos, por miedo a la sinrazón.
17
El
agua es la cosa más valiosa en el universo.
18
Somos
una generación que usa ademanes grandilocuentes y exagera todo lo que dice.
19
Los
monjes no mueren, por la sencilla razón de que no están vivos.
20
La
anciana deposita en una urna los restos de sí misma, los sopesa y le parecen
miserables. El anciano hace lo mismo, pero le es imposible sopesarlos.
21
Los
niños juegan a jugar y los adultos juegan a pecar.
22
Podéis
hacer andamios hasta el cielo y olvidaros que se sostienen en el suelo.
23
La
muerte distraída lleva un saco vacío, su problema existencial es insoluble.
24
Los
gritos resuenan en la caverna de Platón, son figuras simbólicas que gimotean
porque han perdido sus ideas.
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