sábado, 24 de marzo de 2018
Enemigos
A mis enemigos, grandes o pequeños.
Hay personas apestosas
Agrias
Hieden rencores y lamentos
Excretan deseos malsanos
Cobardes improperios
Viven atrapados en la red
De la miseria humana
Atados a libretos bobos
Recitan maldiciones
Que se les vuelven llagas.
Todos sus espejos se han roto
Solamente pueden mirarse
En el inmenso vacío
Pues saben que después
De esto lo ignorado
No hay otra cosa
Sino el castigo
La pena
De para nada
Haber servido.
El resumen de sus odios
Es un tumor maligno
Alojado en lo profundo
De su alma agónica
Es una peste incontrolada
Que asola su demencia
Es el asco
De saber
Quienes son realmente
Sin poder dejar de serlo.
En la soledad oscura
Se precipitarán aullando
Penetrados por el miedo
Envueltos en impotencia
Resentidos llorarán
Un llanto constipado e impuro
Cayendo entre cadáveres
Rodarán sobre mortajas
Derruidas por el olvido
Que ahora les recibe.
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