domingo, 24 de diciembre de 2017
Adios.
Mi
padre ha muerto.
Era
azotado por un gran dolor
Así
que el profundo sueño
Le
ha liberado.
La
vida le fue estrechando el pasillo
Su
andar fue cada vez más
Difícil
e impertinente.
Pero
él se esforzaba sin tregua
Aferrado
al dolor entendiéndolo
Como
signo inexcusable de vida.
Silogismo
patético
Sufro,
entonces
Vivo.
El
aliento la respiración el aire interno
El
alma irrenunciable
Era
su única opción.
Morir
era un imaginario imposible
Una
contingencia extraña
Un
misterio lejano y oculto.
Los
inmortales jamás podrán pensar
Que
cesará su existencia, entonces
Abandonarán
y serán abandonados.
Pero
la muerte
No
sabía que él
Era
un inmortal.
Y
sin misericordia
Le
atrapó antes de dar
El
último paso.
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