martes, 30 de agosto de 2016
El límite
Llegamos al límite del
territorio
Enfrente el portal mostraba
Su arco inalcanzable
La entrada era un velo acuoso
Ese era el límite pues nadie
Nunca jamás se atrevió
A cruzarlo
Era un misterio absoluto
Anunciaba el otro lado
Había algo detrás de ello
¿Aseguraba su existencia?
No, solamente la insinuaba
Estábamos allí absortos
Inmensamente atraídos y
Absurdamente rechazados
Curiosidad y miedo
Metáfora de muerte y
nacimiento
El nacimiento y la muerte
Tomando ambos como una
elección
Asumida sin reservas
Nos mirábamos entre nosotros
Luego volteábamos a ver el
umbral
Luego nos veíamos nosotros
Pero el imán del umbral nos
hipnotizaba
Consciente o inconscientemente
Decidimos internarnos de
inmediato
Tomé de la mano a Clarisa
Juntos dimos un brinco
Penetramos el acuoso pasaje
Para flotar en una ingravidez
Pasmosa de color azul sólido
Nos transportaba suavemente
No podíamos movernos
Ni siquiera lo intentábamos
Una plácida sensación
Nos envolvía gratamente
Fuimos trasladados lentamente
Así lo percibíamos
Hasta salir por un portal
igual
¿o acaso era el mismo?
Traspasamos el umbral
Otra luz iluminaba un
Territorio distinto con
Un aire espeso
No era ni de día ni de noche
En el horizonte fugaces
Colores naranjas y magentas
Se enredaban en una aurora boreal
Pese a ser el aire más denso
Nuestros pasos eran ligeros
Flotábamos un poco y una
sensación
Cálida y alegre nos envolvía
No se podía ver con claridad
Perfiles de objetos se
dibujaban
Como sombras grisáceas
Alrededor nuestro
Seguíamos tomados de la mano
Éramos un solo cuerpo
Penetrando un mundo
desconocido
Sin temor con la curiosidad
aguzada
El silencio era absoluto
Nuestros pasos no hacían ruido
Un vacío inescrutable nos
cubría
Nuestra percepción estaba
aturdida
El suelo era arenoso pero
Nuestras pisadas no se hundían
No había sendero
Todo el suelo era plano
No podíamos identificar camino
alguno
Estábamos aprehendiendo otra
realidad
U otro sueño
No teníamos idea hacia dónde dirigirnos
Pero dábamos un paso tras otro
Entonces con un rayo potente
Al unísono nuestros
pensamientos
Se unieron en un solo
pensamiento
El plural del nosotros nos
impelía
A formar un ser dicotómico
unido
Clarisa pensaba lo que yo y yo
Pensaba lo que Clarisa pensaba
Nos dábamos cuenta
Lo sabíamos con claridad
Ya no estábamos presos
En nuestro propio ser
Una sola mente
Una sola sensación
Una sola percepción
Una sola idea
Clarisa era yo
Yo era Clarisa
Yo no era yo
Clarisa no era Clarisa
El misterio de la unidad
Se nos develaba
concretizándose
En este Nosotros
Que es uno mismo.
viernes, 12 de agosto de 2016
Algunos aseguraron
Algunos pensaron creyeron
luego aseguraron
Que la humanidad tenía un
camino un destino
Un propósito un sendero que
recorrer en pos
De una anunciada grandeza
inevitable.
Luego sus epígonos se dieron
cuenta decían
Que en algún punto los hombres
perdieron el
Rumbo torcieron la senda y
desorientados se
Desbarrancaron por laderas
llenas de espinos.
En lo profundo del precipicio desesperados
Unos pensaron creyeron y luego
aseguraron
Que la humanidad estaba
maldita y doliente
Vagando en la oscuridad iba
tras de su ruina.
Los seres humanos en el abismo
se dividieron
Los grupos tomaron diferentes
decisiones
Unos guías convencieron a los
suyos de subir
Esforzadamente el escarpado
hasta la orilla.
Otros maestros instruyeron a
sus seguidores
Para arrastrase en la tierra
como reptiles
Gurús auto proclamados pusieron
a la gente
De rodillas implorando la
luminosa muerte.
Varios grupos con inadecuados
instrumentos
Se pusieron a rascar las
paredes buscando
Túneles imaginarios cuyo mapa
se le reveló
A un alienado.
Debajo de un árbol un hombre
se sentó
Durante diez días con una
sonrisa lo vio
Descubrió que no había ningún
plan ni
Un camino ni desorientación ni
abismo.
Todo es una ilusión una
escenografía
Un montaje creado con luces
sutiles
Una imaginería tejida con
sueños
E insensatos símbolos complejos.
Cuando esto sucedía en un vórtice cósmico
Llegó el fantasma de William
Shakespeare
Los miró a todos desde un panóptico
y dijo
Con voz terrible y un dejo de
comicidad:
“La vida es un cuento contado por un idiota
Lleno de ruido y de furia
Que
nada significa.”
miércoles, 3 de agosto de 2016
El gesto.
1
Las cejas se mueven la frente se
arruga
Las fosas nasales se dilatan
Los labios se comprimen
Los dientes apretados
La mirada inexpresiva denota
que
Una decisión ha sido tomada.
2
La mano izquierda con firmeza
Sujeta la Parabellum 9
milímetros
Apunta deshaciéndose de todo
escrúpulo
Mira, pero no ve el otro gesto
El de pupilas contraídas
Boca abierta mejillas flácidas
Carótidas hinchadas cuello
tenso
Manos engarrotadas con el
torso echado hacia atrás.
3
La explosión en el casquillo
resuena como mil cañones
La bala sale apenas rozando la
boca de fuego
Y en un instante está incrustada
en un cráneo
Dando vueltas vertiginosas en
el encéfalo cesante
Entonces el asesino sin
cambiar su gesto
Ya mira cómo la cara de la
víctima
Pierde absolutamente la expresión.
4
Entonces pausadamente uno a
uno
Sus músculos van relajando su gesto
La frente se alisa las cejas
se sueltan
Respira profundamente y expira
la
violencia contenida
Los labios se aflojan.
5
La mandíbula se relaja
tragando saliva
La mano izquierda deja de
apretar el arma
Reprime un chasquido de lengua
Junto con una sensación de
desagrado
Guarda la Luger detrás del
cinturón en su cadera
Da la media vuelta y se va.
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