La muerte

¿Hasta cuándo?

Espesos nubarrones renegridos

Con añejos venenos

Se ciernen sobre México

Con ponzoñosa  pestilencia

Amargan la sangre entumecen

La dignidad del valor

Enferman los cerebros y

Los corazones desazonan

Es que el miedo se entroniza

Sobre el pueblo bobo

Los capitanes de la infamia

Corruptos hasta el tuétano

Conducen gente embrutecida

Por pasillos dolorosos

Como pérfidas sanguijuelas

Están adheridos al alma

Se dicen la patria se disfrazan

De próceres pedantes

Roban asesinan humillan

Engañan escarneciendo

A hombres y mujeres despojados

De ciudadanía

Personas en un país

Sitiado por la inmoralidad

Cuya entropía social

Va diluyendo el civismo

Pueblo desarmado sometido

Asustado abusado

Mancillado por un sistema

Autocrático que le copa

Le mete en un callejón sin salida

Le convence de agachar la cabeza

  

Y pedir limosna a esa supremacía

De criminales detentando

Omnímodo poder

Para engordar sus propias tripas

Vergüenza impotencia rabia y miedo

¿Son estos los signos vitales de

Este México malherido?

Acaso puedo soñar en la transmutación:

Vergüenza por Honor

Impotencia por Unidad

Rabia por Acción

Miedo por Valor sublime

¿Podemos rescatar a la patria que estos mierdas

Tienen secuestrada?

¿Podemos encontrar la dignidad que otorga

Luchar por la justicia?

A los políticos criminales los podemos vencer.

No tengo duda.

Aprendemos para olvidar

Cuando decimos: ha llegado el momento

Es que hemos dejado ir la oportunidad

Con mucha anterioridad

Al momento en el cual pensamos en los demás

El egoísmo llama a la puerta

Y la soledad se sienta a la mesa

Percibimos la inmensidad del cosmos

Para que nuestra estrechez perceptiva

Se manifieste violentamente

Aguzamos el oído con curiosidad inaudita

Descubriendo a los huecos de silencio

Dando cuerpo al sonido

Queremos ver más allá del horizonte

Entonces cerramos los ojos

Ya estamos aprendiendo.

Mensaje para los siglos porvenir

Hemos sido dejados

Colocados en medio

Seguimos mirando al cielo

Somos como semillas

Cargados de potencia

De posibilidades plenos

Sin memoria debemos

Aprender todo

A partir de cero

Entonces inventaremos

Un mundo propio

Para ponerle nombre a cada cosa

Nos olvidaremos del firmamento

Concentrándonos en

Los límites del horizonte

Aquí estamos para sobrevivir

Tenemos en cada vida

Una oportunidad para vencer

¿Podremos lograr el  preclaro objetivo

De constituir comunidades

Pueblos y ciudades?

Este planeta nos pertenecerá

Siempre y cuando

Sumemos voluntades

Cosa que no pudieron hacer

Los que antes aquí vivieron

Y por egoísmo sucumbieron

Algo malo les dominaba

Una ponzoña malsana sus

Sueños colectivos envenenaba

Hoy sus vestigios no valen nada

Tomaron demasiado tiempo

Para llegar a ningún lado

Las estrellas están lejos

Y no importan

Esta tierra será un hogar

Para la nueva raza

Que ha sido dejada

En medio colocada.

Registros

Cuando eras niño la vida no era fácil

El mundo se manifestaba ante ti

Y tú ibas de sorpresa en sorpresa

Vivías como si cada día fuera el último

Porque el futuro era un remolino ajeno

Tu imaginación te abría umbrales intransitados

No había por qué explicar ninguna cosa

Las aventuras eran misiones épicas

La temeridad era la constante

Bajo la protección de la audacia

Te atrevías a lo imposible

Golpes caídas raspones cortadas

Moretones chichones descalabradas

Eran los registros que daban cuenta

De tus hazañas.

Paradoja

Corriendo por la vida vamos brincando cercas

Tumbando obstáculos en la loca carrera

Chocamos contra muros

Puertas cerradas y empalizadas.

Tumbamos  gente animales cosas

Rompemos altas vidrieras

Sin volver la vista atrás sin saber a dónde ir

Continuamos corriendo intentando sin éxito

Apurar los días y los años en vivencias fugaces

Comprimir el tiempo en fragmentos volátiles.

Eso hacemos dando zancadas ansiosas

En pos de lo incierto siempre delante

No lo sabemos por eso corremos sin descanso

Llevados por la demencia de estar vivos.

Creemos que corriendo la vida escapamos a la muerte

Siendo que nos dirigimos hacia ella.

Velozmente nos lanzamos a su oscuro vientre

Fantaseando con el eterno retorno y la transmigración

Que son espejismos del ego

Ridículas percepciones de lo que no es

Fantasías inacabables por las que canjeamos

Todas las posibilidades de la realidad.

Corremos la  vida intentando agotarla

Hasta la última gota con un desprecio total

Por el maravilloso milagro.

Hasta que llega un día entre tantos días desperdiciados

Cuando nos damos cuenta cierta

De que esa cosa ininteligible sobre los hombros

Esa cosa que íbamos cargando al aventón

Comienza a diluirse a evaporarse

Entonces ya no corremos

Pensamos detenernos

Respirar profundo

Quietamente.

Ya no podemos parar

Hemos dado el 

paso en falso

Al filo del precipicio.