martes, 30 de enero de 2018
Críptico.
(Preámbulo:
Pude
haber optado por viajar sin destino, sin rumbo, como lo hago habitualmente.
Dejar que el LSD me lleve por sus laberintos, normalmente inciertos y
extraordinarios. En esos escenarios baldíos me siento más a mi gusto, siendo
connivente con el malabarista de mi percepción.
Más,
en esta ocasión, quise explorar las cavernas más profundas, para lo cual me
valí de música abismal.
¿La
motivación? La muerte de mi padre y una tristeza incierta que no termina por
aflorar.
El
resultado es este texto desamparado.)
La mayor parte de las personas
humanas (sic)
Evita los lugares tenebrosos y
oscuros
Se asusta con el graznido del
cuervo
Que pronostica la tormenta
Y tiembla al escuchar
Ulular a la lechuza.
Prefieren el sol en la playa
Los jardines floridos
Las luminosas mañanas.
Porque le temen
Inundan de luces la noche.
El viaje que acabo de
experimentar
Exacerbado por Nurse With
Wound
Fue todo lo que asusta a la
gente.
[Como en todos los viajes no
sólo en
Este viaje mórbido en
particular
Tuve la certeza que moría.]
Penumbras misteriosas con
presencias
Evanescentes.
Heladas corrientes de aire
preludiando
Grotescas apariciones
espectrales.
Voces ininteligibles zumbando
en los
Corredores oscuros.
Ruidos extraños en húmedos
pasadizos
Por donde penantes arrastran
cadenas.
Cavernas muy antiguas
habitadas por
Lo que de los muertos ha
quedado
Ausencias
Soledades
Agudas tristezas irreparables
Sueños rotos
Esperanzas derruidas.
El viaje es fue ha sido
Atroz
Pesadilla a la cuarta potencia
Sin lugar a dudas.
Aun siéndolo
Me permitió
Una vez más
Darme cuenta en forma empírica
Que lo que es
La crudeza que percibo
En estas demenciales escenas
Es una prerrogativa.
Poder mirar en los espejos
oscuros
Sin ser absorbido por ellos.
Veo detrás de la utilería que
nos rodea
En este escenario convencional
Que los demonios tramoyan.
Ante mi extra sensitiva
percepción
La malla desaparece y con ella
Todos los embustes
ideológicos.
La capacidad de moverme en
esos
Horrorosos parajes que
amenazan
Con retenerme por siempre
Y volver con los nervios crispados
El alma lastimada y colmado de
Furiosas oquedades.
Sí
Maltratado por lo funesto
Pero de nuevo yo
El que soy yo
Es maravilloso.
Expandir el conocimiento de sí
En prodigiosas exploraciones
Entre universos internos
Por los mundos del yo
Multidimensional.
Es que hay dimensiones detrás
De cada dimensión posible.
La que recorrí fue la de
Los monstruos escondidos
Ensimismados en su crueldad.
Nada saben de una tibia mañana
Ni del agua fresca
Ni del holograma en que
habitan.
El viaje perturbador fue un
Encuentro con la locura
inveterada
De la que han nacido las
brujas
Los demonios y los más tenaces
Hechiceros.
La bruma esquizoide madre de
los
Torturadores traidores y
asesinos.
Malévolos con sus corazones
Ennegrecidos por el odio
Y el rencor interminable.
Mas, detrás de su maligno
encono
Son fantasmas atormentados
Por el miedo.
Esclavos de su estulticia.
Aberraciones de la creación
Que habitan los infiernos.
Desposeídos de voluntad
Arrastran sus lamentos
Gimiendo sin pausa.
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