martes, 16 de mayo de 2017

Planeta pobre.




El final humano.





La más negra negrura se cierne 

Pegajosa cáustica y mortal

Embarra las cosas del hombre 


Todas y cada una.



Ante la mirada incrédula de los animales

Y un extraño sinsabor que las plantas sienten

En sus nudos de savia.




Es la peste del fin del mundo humano.




Dado su infranqueable materialismo

Primero destruimos sus cosas.



Luego dejaremos que Satanás y sus huestes

Devoren sus cuerpos podridos.



Luego mandaremos a la bestia

El dragón celeste

Para robar sus alientos.



Sus pobres espíritus prestados

Serán arrojados al Seol.



Ciegos sordos e intangibles

Permanecerán dormidos

Soñando una cíclica pesadilla en la cual

Una voz gritará atronadora:



¡Habéis perdido el reino!



¡Lo habéis perdido!