1
Las
personas que hacen nada, nunca tienen tiempo para hacer o haber hecho algo.
(Versión
coloquial: “Las personas que no hacen nada, nunca tienen tiempo para hacer o haber
hecho algo”.)
2
La persona
que se critica a sí misma tiene la mirada muy corta.
3
Los
veracruzanos dejan pasar el agua, dejan soplar el viento, dejan que brille el
sol, dejan que las plantas proliferen a su ciego arbitrio. Detrás de este
dejamiento hay una gran irresponsabilidad.
4
Vienen
siempre las excusas tomadas de la mano de la vergüenza.
5
El
coraje para luchar nace de la voluntad de vivir.
6
Del
montón de cosas que se acumulan a mi alrededor, nada poseo.
7
Se
termina el tiempo, siempre, siempre, se termina el tiempo.
8
Todos
dicen que el final es otro principio, entonces cabe decir que todo principio es
un final que se alarga.
9
Los
pensamientos disparatados, generados en la turbulencia de una mente
enloquecida, jamás podrán ser inteligibles. Pero no hace falta.
10
La daga
que mató al César fue la misma daga que mató a los sueños del imperio.
11
La
picota sosteniendo la muerta cabeza de Miguel Hidalgo y Costilla, estuvo
ladeada todo el tiempo, nadie se extrañó que esa cabeza rodara por el suelo.
12
Los
males llegan en racimo, las bendiciones una a una.
13
Nunca
digas yo pienso cuando opinas pues no puedes opinar ni más ni menos de lo que
piensas.
14
El
diablo no viste de gala, se envuelve en un viejo jergón roto y percudido.
15
Decir,
hacer, pensar, imaginar, crear, decir, no han diferencia alguna.
16
Creyendo
desoímos a la razón, razonando simulamos que creemos, por miedo a la sinrazón.
17
El
agua es la cosa más valiosa en el universo.
18
Somos
una generación que usa ademanes grandilocuentes y exagera todo lo que dice.
19
Los
monjes no mueren, por la sencilla razón de que no están vivos.
20
La
anciana deposita en una urna los restos de sí misma, los sopesa y le parecen
miserables. El anciano hace lo mismo, pero le es imposible sopesarlos.
21
Los
niños juegan a jugar y los adultos juegan a pecar.
22
Podéis
hacer andamios hasta el cielo y olvidaros que se sostienen en el suelo.
23
La
muerte distraída lleva un saco vacío, su problema existencial es insoluble.
24
Los
gritos resuenan en la caverna de Platón, son figuras simbólicas que gimotean
porque han perdido sus ideas.
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